Si ya tenemos un perro (o más) y estamos esperando un bebé humano ¡lo que viene a continuación nos interesa!
Os traemos un artículo muy interesante para todos aquellos que estéis a punto de ampliar la familia.
Su autora es nuestra colaboradora, la etóloga Sílvia Rodellar de Indicans, experta en comportamiento canino que os puede ayudar durante este proceso.

Antes de que el nuevo pequeño habitante llegue a nuestras vidas, deberemos tener en cuenta algunos detalles para prevenir situaciones y estar lo más preparados posible para empezar la nueva aventura de la paternidad. Si vamos tarde tendremos que ponernos en marcha cuanto antes.
¿Qué haremos con el perro ante la llegada del bebé? Tenerlo en cuenta en la ecuación y prepararle también. ¡Vivir con niños y perros es posible!
Aquí van algunas pautas que os pueden facilitar el proceso de adaptación:
- Crearemos una zona segura: Habilitaremos una zona tranquila del domicilio para que nuestro perro pueda relajarse sin ser molestado. En esta zona le administraremos los huesos o juguetes rellenos que más le gusten, promoviendo su comodidad y bienestar allí. Podemos utilizar una valla para niños, que nos permite disponer de una barrera física sin perder completamente el contacto visual con él. Entrenaremos con antelación la permanencia tranquila de nuestro perro en la zona.
- Adaptar la rutina diaria: Iremos variando gradualmente la persona encargada y el horario de paseos para evitar un cambio repentino de hábitos una vez el bebé llegue a casa.
- Entrenaremos comportamientos de obediencia básica, como el sentado, el tumbado, la llamada y el descanso relajado en un lugar. Utilizaremos recompensas significativas para nuestro perro y empezaremos con unos meses de antelación para poder aplicar lo aprendido cuando sea necesario.
- Enseñaremos a nuestro perro a caminar tranquilo a nuestro lado, sin tirones o sobresaltos, adaptando el material de paseo a nuestras futuras necesidades. Recomendamos arnés tipo DogTools y correa fija de 1.5 metros como mínimo. Entrenaremos el autocontrol, o la espera, antes de salir por la puerta o acceder a los recursos habituales.
- Es importante proporcionarle a nuestro perro momentos de ejercicio y oportunidades de interacción con otros perros, siempre teniendo en cuenta que deberemos seguir en la misma línea cuando el bebé llegue a casa.
- Enseñaremos a soltar objetos, de forma amable, para evitar futuras reacciones inadecuadas relacionadas con la protección de recursos. Entrenaremos en base a intercambio de objetos, asociación de nuestra aproximación con algo placentero y evitaremos arrebatar de forma brusca objetos que haya cogido nuestro perro. Si aparecen dificultades en este tipo de ejercicios, será recomendable contar con un profesional que os oriente.
- Enseñaremos a nuestro perro a relajarse. Después de los paseos, sería recomendable generarle tranquilidad una vez llegados a casa. Para ello podemos proporcionarle un juguete tipo Kong relleno de comida. De esta manera, estará entretenido y se calmará con más facilidad. Una vez consumida la comida, deberíamos facilitarle un entorno de tranquilidad que le lleve a relajarse.
- Adaptaremos la interacción con nuestro perro a lo que seremos capaces de hacer una vez esté en casa el bebé. Si estamos en casa con el bebé, también podemos dedicar algo de tiempo a interactuar con nuestro perro de forma tranquila, estimularle con juguetes interactivos o prepararle juegos de olfato.

¡A por ello!
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Si necesitas ayuda o quieres saber más sobre este proceso, puedes contactar con ella en:
http://indicans.cat/
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