Este es Paco o Paquito para los amigos. Él fue mi primer perro.
Mis hermanos y yo, tuvimos la gran suerte de nacer y crecer con animales en casa, y con ellos aprendimos qué es el amor incondicional, la empatía, la responsabilidad, el respeto,…

Primeros estudios
La integración de animales en terapias de psicología clínica fue iniciada por el psicólogo infantil Boris Levington, quien descubrió junto con su perro Jingles, los grandes beneficios en niños con problemas de comunicación con otros humanos.
Su trabajo fue publicado en su artículo “El perro como un co-terapeuta”.
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Animal-Assisted Therapy in Counseling and School Settings, Cynthia Chandler
Animal-Facilitated Therapy in Various Patient Populations Systematic Literature Review, Sarah Matuszek, MSN, RN
Durante los años 80, el National Institute of Health, investigo sobre los beneficios de convivir con animales de compañía. En 1987 se publicó “Salud y beneficios de los animales de compañía”, donde se habla de la relación entre niño y perro, y como esta interacción beneficia al niño en su desarrollo.
Los recientes estudios de la campaña “Juntos Crecemos Mejor” de la Fundación Affinity confirma que los niños tienen una atracción natural por las mascotas y el 94% de ellos se sienten reconfortados con su presencia.
Otros datos que ha confirmado este estudio es que el 90% de los niños están dispuestos a dedicar parte de su tiempo al cuidado de su mascota, un 80% renunciaría a un juguete para dárselo al animal, y un 75% se levantaría temprano para poder sacarlo a pasear.
Beneficios psicológicos
Disminución de la Soledad del niño:
Un estudio de 2012 de la Universidad Goldsmiths, demostró que los perros tienen la capacidad de empatizar con la tristeza humana.
La simple presencia de la mascota produce en los niños una sensación reconfortante.

Incrementan sus niveles de autoestima y mejoran su autopercepción:
Los niños y adolescentes que crecen con mascotas tienen menos miedos y empatizan mejor con otros seres vivos.
Además, se han demostrado lo beneficioso que puede ser la mascota a la hora de curar traumas en niños.
Disminuye la ansiedad:
Jugar o acariciar a su mascota, hace que los niveles de serotonina y dopamina de los niños incrementen, (estas son neurotransmisores responsables de nuestro estado de ánimo) lo cual hace que el pequeño se sienta más relajado y tranquilo.
De hecho, se ha demostrado la gran utilidad de la terapia asistida con animales a la hora de disminuir los problemas emocionales en casos de niños hospitalizados con trastornos mentales.
Facilita el aprendizaje:
Cuando los niños comienzan a aprender, sienten mucha presión de su entorno familiar y escolar por hacerlo bien.
La presencia de un perro durante esta etapa tan importante, permite que el niño se sienta relajado y cómodo, ya que el perro no le presiona para “hacerlo mejor”.

Responsabilidad, lealtad, amor y valorar la vida:
Invitar a los niños a imitar a los adultos en su rol de cuidadores, les hace desarrollar el valor de la responsabilidad.
Una mascota no implica solo juegos y mimos, los niños aprenden a responsabilizarse de un ser vivo, a cuidarlo, alimentarlo, mantenerlo sano y feliz.

Control y Habilidades:
Jugar, perseguir, reír o hacer ejercicio con perros, acelera el desarrollo psicomotor de los niños.
Los niños con mascotas también muestran un mayor control de sus impulsos, además de mejorar sus habilidades sociales.
Amor Familiar:
Traer una mascota al núcleo familiar, refuerza el vínculo entre hermanos. Aprenden a compartir, a querer a un mismo ser y a trabajar en equipo, sobre todo si cada hermano asume un rol en el cuidado de la mascota (quién lo saca, quién le da de comer,…).
Beneficios físicos
Mejora su sistema inmunitario:
Los expertos aseguran que las mascotas, concretamente los perros, tienen una función de “inmunoterapia” en niños y bebés:
Los niños expuestos a animales de compañía durante los primeros años de su vida tienen mejor sistema inmunitario. Además, según un estudio del Hospital Henry Ford de Destroit, los adultos que han convivido con animales durante su infancia, sufren menos casos de alergias y asmas.
Esto se debe a que los microbios dentro del polvo asociado a casa con perros puede colonizar el tracto gastrointestinal, modular una respuesta inmune y proteger al niño contra los patógenos que causan el asma.
Disminuye el riesgo de enfermedades respiratorias y de oído:
Un análisis realizado en el Hospital Universitario de Finlandia, concluyó que, los bebés, el que conviven con perros o gatos, tienen un 30% menos posibilidades de presentar síntomas de infecciones respiratorias y un 50% menos de sufrir infecciones de oído.
Disminución de la presión arterial:
Este beneficio es muy importante tanto en niños como en adultos.
Una investigación realizada por Erika Friedmann de la Universidad de Maryland, demostró que la presencia de un perro se asocia a una presión sanguínea significativamente menor.

Acariciar a un perro disminuye la tensión y produce efectos relajantes en nuestro organismo.
Disminuye el sedentarismo infantil:
Salir a pasear con el perro, tanto en ciudad como en montaña, crea unos hábitos de ejercicio muy saludables en los niños.
“El perro le enseña al niño la fidelidad, la perseverancia…y a dar tres vueltas antes de acostarse”
Robert Charles Benchey, humorista norteamericano (1889-1945)
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Gracias Paco por ser un hermano más…